Dicen que se amaban,
dicen.
Que se conocieron de casualidad
en casa de una amiga mutua
y las noches pasaron
entre vinos, gemidos y bailes
de cóncavos y convexos.
Dicen que todo termina.
Dicen que ella le pegaba
y dicen que el tenia
una extraña predilección
por los culos que habitaban
los bailes del Central Coronda.
Otro poema crónica, tan bien construido...
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